Feliciano, la baza española en el Us Open
Por BesGam Team el 8 de septiembre de 2015
Una tras otra ha ido gastando las balas la Armada española en el Us Open. Después de presentar a seis jugadores en tercera ronda del torneo norteamericano, pocos vislumbraban que apenas unos días después sólo quedase vivo un tenista nacional. Es por eso que el tenis español se encomienda a su última baza, la de Feliciano López.
El jugador madrileño buscará seguir avanzando en el cuadro masculino del abierto de Estados Unidos ante el peor rival posible: Novak Djokovic. El serbio, máximo favorito a llevarse el torneo, no está mostrando ningún tipo de duda en su juego. Muy firme en su derecha, sólido en el saque y golpeando a la bola tan fuerte como acostumbra. Es por tanto a priori una empresa que parece demasiado complicada para el español.
No hay que olvidar tampoco que Feliciano nunca ha ganado al número 1 del mundo. Cinco enfrentamientos hasta el momento y cinco victorias para Djokovic en los que el español sólo le consiguió hacer un set. Cuatro de esos choques se disputaron en pista rápida, la misma superficie que el Us Open, pero es cierto que el último cara a cara entre estos dos tenistas fue hace más de tres años.
Feliciano está realizando el mejor tenis de toda su carrera. Nunca antes había llegado tan lejos en este Grand Slam y eso le hará subir varios puestos en el ránking ATP, probablemente hasta el puesto 15. Aún así puede no ser suficiente ante el genial tenista serbio. Las Casas de Apuestas no ven apenas opciones para el español. Su triunfo se llega a pagar hasta los 17€ en algunos portales de juego online, mientras que Djokovic alcance las semifinales tiene una cuota de tan sólo 1.03 euros. Un precio demasiado bajo como para imaginar una sorpresa mayúscula. A pesar de tener todo en contra, Feliciano no tiene nada que perder y toda la presión recaerá en Novak. El español deberá basar sus opciones en asegurar su servicio e intentar aprovechar los baches que pueda sufrir Djokovic en su juego. Será difícil, muy difícil, pero esperemos que la Armada no gaste su última bala la próxima madrugada.
